El seguro de hogar, aunque no es obligatorio (excepto que la vivienda esté hipotecada), sí es recomendable tenerlo para protegerte ante imprevistos. Este tipo de seguros protege el riesgo de la vivienda, los enseres personales, y los daños que se puedan ocasionar a terceros.

¿Quién puede contratar un seguro de hogar?

Un seguro para el hogar puede ser contratado por cualquier persona que sea dueña de una vivienda, o también por los inquilinos para proteger el contenido de la vivienda.

En el momento de realizar la contratación es muy importante prestar atención no únicamente a la prima del recibo a pagar, sino a las coberturas que se estipulan en la póliza, ya que será eso lo que determine las garantías cubiertas por el seguro antes posibles siniestros.

¿Qué coberturas tiene el seguro del hogar?

El seguro cubre tanto el continente como el contenido. El continente de la vivienda comprende las paredes, techo, suelo, etc. El contenido, por su parte, está compuesto por los enseres y mobiliario que hay en el interior de la vivienda.

La valoración del seguro debe de ser correcta tanto del continente como del contenido para que exista una cobertura adecuada ante cualquier eventualidad.

En el mercado de seguros existen diferentes coberturas que se pueden incluir en un seguro de hogar:

  • Incendio
  • Daños por agua
  • Robo mobiliario (joyas, dinero en metálico etc.)
  • Fenómenos eléctricos
  • Rotura de cristales
  • Rotura de tuberías
  • Daños estéticos
  • Responsabilidad civil
  • Defensa jurídica
  • Atraco en la calle
  • Desatasco de tuberías

El seguro de la vivienda para inquilinos

El inquilino también puede contratar un seguro de hogar para estar cubierto ante:

  • La responsabilidad civil por posibles daños que el inquilino puede ocasionar a terceros.
  • Contenido del inmueble: objetos de valor de su interior que pudieran verse estropeados ante un siniestro o sustraídos por un robo.
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